En esta ocasión vamos a narrar nuestra particular aventura por Cuba y nuestra experiencia de buceo fuera de los lugares turísticos.
Te vamos a explicar nuestras alegrías y decepciones en este país. Te explicaremos dónde alojarte barato, cómo moverte por la ciudad de La Habana, algunos timos… Y dónde no ir a bucear si lo que buscas es un viaje de buceo.
Hablaremos sobre las cajitas de comida, los Cadillacs, el ron, el tabaco y muchas otras curiosidades cubanas. ¡Ya tú sabes mi amol!
Contenidos
Preparación del viaje a Cuba

Llevábamos cerca de 6 meses en la Paz, Baja California Sur (México) y nuestra visa llegaba a su fin. Era necesario mover ficha si no queríamos ser inmigrantes ilegales y que nos multasen. O en el peor de los casos nos metiesen en el “bote” como dicen por aquí.
Normalmente somos muy cuidadosos a la hora de planificar los viajes porque la pasta te va en ello. Aunque es cierto que a veces se nos va la pinza y nos lanzamos a la aventura sin pensárnoslo mucho como fue el caso.
Andábamos muy liados con el blog: creando artículos, concertando las entrevistas, etc. Con todo el mogollón de curro, los días iban pasando y era necesario comprar un vuelo para renovar el visado.
Lo fuimos dejando día tras día hasta que nos dimos cuenta de que urgía elegir un país vecino y salir echando ostias. Empezamos a mirar el precio de los vuelos a los países cercanos y Cuba parecía ser de lo más barato.
Nosotros vivimos en ruta constante y nuestro ritmo de vida nos obliga a economizar. Sí mi amol, Cuba era lo más barato que encontramos y ahí renovaríamos nuestro visado. Compramos un par de vuelos y decidimos estar unos 10 días para visitar un poco el país.
Nos atraía la Habana Vieja, ya que es un destino muy fotogénico con todos esos Cadillac antiguos rulando por sus coloridas calles coloniales, buena música, ron y tabaco.
Si buscas alojamiento en Cuba aquí puedes reservarlo.
El buceo en Cuba
Respecto al buceo empezamos a indagar por la red, María La Gorda y los Jardines de la Reina eran los puntos de referencia. No obstante, el resto de la isla pintaba muy bien, considerado uno de los lugares más famosos para bucear. Con una gran extensión de arrecife, aguas tropicales y una temperatura media de 23º, creímos que algo encontraríamos sin necesidad de dejarnos un riñón.

Los Jardines de la Reina
Este lugar lo descartamos enseguida. Es el mejor lugar de todos. Estamos hablando de un archipiélago al sur de Cuba, a 50 millas de la costa. Estamos hablando de buceo en vida a bordo o en un barco flotante.
Se trata de un gran y vistoso arrecife de coral en el que se pueden ver tiburones de diferentes especies, rayas, cuberas, tortugas, barracudas, morenas, gambas limpiadoras y abundante vida marina. Con posibilidad de ver al tiburón ballena y el martillo gigante.
María la Gorda
Situada en el norte de Cuba, se trata de una bahía con más de 40 inmersiones, con variedad de corales y esponjas, y fauna de arrecife como barracudas, meros, langostas, anguilas, peces globo, peces ángel, tiburones de arrecife, etc.
Está a unas 4 horas de la Habana. Hay un par de hoteles en los que alojarse, sin que nos conste que haya ninguna casa que renten habitaciones.
Santiago de Cuba
Bajo los fondos de Santiago de Cuba, yacen pedazos de historia. Y es que se puede bucear en pecios hundidos en el siglo XIX. En las batallas entre españoles y americanos que pugnaban por una Cuba que deseaba ser independiente de España.
Los más conocidos son los cruceros Vizcaya y Almirante Oquendo y el acorazado Cristóbal Colón. Y los caza torpederos de la Armada Española, Furor y Plutón.
Pero todo era muy caro para unos mochileros que no están acostumbrados a pagar por bucear ya que trabajamos y vivimos del buceo. Nos tocaba buscar una alternativa más económica si queríamos sumergirnos en aguas cubanas.
Buscamos en Internet información sobre el alojamiento y el buceo. Después de comparar en distintos puntos de la isla, contactamos con un Instructor local que nos orientó y nos ayudó con el hospedaje y la planificación de las inmersiones. Pensamos que sería un buen contacto para conocer lugares alternativos de buceo.
Hablamos con el instructor y le transmitimos un idea de lo que pensábamos hacer durante los 10 días que estaríamos en Cuba. En principio valoramos bucear en María La Gorda pero al final lo descartamos. Lo hicimos porque el transporte desde la Habana hasta el lugar era largo y nada barato. Al igual que el alojamiento en el hotel de esa zona. La única forma económica de bucear allí, es contratar un mínimo de 10 buceos por cabeza. O un pack de buceo + hotel, y eso significaba gastar más de lo previsto.
Lo que sí vimos que salía rentable era inscribirse al concurso de fotosub que tenía lugar en esas fechas, a finales de junio, en María La Gorda. Pero para nosotros ya fue demasiado tarde y el plazo de inscripción estaba cerrado. La participación en el Encuentro Internacional de Fotografía Subacuática IMASUB incluía alojamiento, inmersiones y fotografía submarina. Y salía mucho más rentable que cualquier otra opción. Lástima no haber llegado a tiempo…
El buceo en los alrededores de la Habana nos salía por 30 cucs (unos 30 euros) con el equipo incluido y el transporte a parte. Como buenos catalanes, decidimos acarrear con nuestro propio equipo para minimizar el coste de las inmersiones, ya que te descuentan algo de dinero.
Llegada a La Habana

Agarramos el vuelo y nos plantamos en Cuba sobre las 22:00 h. No tuvimos ningún problema a la hora de entrar nuestras cámaras y el equipo de buceo. Pasamos ante las miradas malhumoradas e impasibles de las chicas de seguridad. Parecían sacadas de una revista de playboy calzadas con tacones y medias negras de rejilla, bajo la mini-falda de un ajustado uniforme verde militar.
Por 25 cucs nos vino a buscar un tal Pedrito en su carro particular. Un tío muy majo y agradable que curiosamente había trabajado en España como ingeniero.
Muy amablemente agarró la maleta donde transportábamos el equipo de buceo y la llevó hacia el carro. Nos aconsejó cambiar la pasta en el aeropuerto y así lo hicimos. Nuestros Pesos Mexicanos pasaron a ser Pesos Cubanos Convertibles (CUC). En Cuba hay dos monedas: el CUC para los burgueses (con un valor similar al euro) y el Peso Cubano (1 euro equivale a unos 30 pesos cubanos) para el proletariado. ¡Un jaleo!
En los 40 minutos que duró el trayecto el chofer nos puso un poco al día sobre el país. También recordó con nostalgia su estancia en España. Orgulloso nos habló de su carro y del privilegio de tener uno en ese país. Era un pequeño coche parecido a un Fiat Uno con 7 años de antigüedad y lo más sorprendente su valor, 30.000 dólares. Y es que como en Cuba no importan apenas coches, uno como el suyo está valorado en esa infame cantidad de dinero.
Alojamiento en casas cubanas

Pedrito nos dejó en la casa donde nos alojabamos, se tomó un vaso de agua del grifo. Nos aconsejó beber agua embotellada y no lo volvimos a ver hasta el último día.
En Cuba puedes alojarte de dos maneras: en hoteles carísimos o en casas particulares. En éstas, los locales tienen un permiso especial del gobierno para alquilar sus habitaciones. Es la opción más barata. Hay mucha oferta en Airbnb y las habitaciones oscilan desde 15 CUCS hasta los 50 CUCS. En algunas te pueden incluir el desayuno o pagar la comida a parte (todo es negociable).
Si usas AirBnb con este enlace tienes un regalo de 25€ para que lo utilices en tu próxima estancia.
Lo bueno de elegir esta opción, es que tienes la oportunidad de conocer mejor a los cubanos ya que convives con ellos. A nosotros nos tocó una señora llamada Carmen. Una mujer que residía en el barrio residencial del Vedado, muy orgullosa de tener su anuncio en Tripadvisor.
Nos comentó algunos de los entresijos de la sociedad cubana. Hablamos acerca de los precios para el turista y la manera de evitar ser presa de los timadores que van a su caza.
A Perdito y a Carmen, nos los recomendó el instructor de buceo con el que contactamos por mail antes de ir a Cuba (suponemos que por una comisión). Y ella se encargó de llamar al divemaster para que nos viniera a visitar al día siguiente y hablar acerca de las inmersiones que íbamos a hacer. Charlamos un rato y como eran más tarde de las 00:00, nos fuimos al sobre.
¿Dónde bucear?
Por la mañana disfrutamos de un sabroso desayuno: huevos, bollos tostados, jamón, café y jugo de piña, todo riquísimo.
Ese mismo día habíamos quedado con los guías que nos iban a llevar a bucear. En la casa se presentaron un Divemaster jovencito que haría de guía y otro buceador que pondría el carro y haría de chofer. Nos explicaron cómo era el buceo en la Habana y nos avisaron de que no era el mejor de Cuba. También, que la sobrepesca había hecho estragos y había que alejarse un poco de las playas de la Habana para encontrar algún punto de buceo aceptable.
No pintaba muy bien la cosa, las inmersiones iban a ser de costa a una hora y pico en coche. Y nos dijeron que la fauna era peces de arrecife y fauna macro, nada de tiburones, tortugas o mantarrayas.
Si queríamos buen buceo, teníamos que dejarnos el pastizal que no teníamos en María la Gorda. Y no podíamos permitírnoslo, así que tocaba conformarse con el buceo de cala.
Negociando las inmersiones.

Estuvimos hablando sobre las diferentes opciones que había, los guías nos recomendaron playa Girón, en la Bahía de Cochinos a 200 km. de la Habana. El problema eran las distancias. Esto disparaba el precio del transporte y el tiempo. Las opciones más cercanas, eran “El Mosquito” y “El Salado” a unos 50 minutos.
Empezamos las negociaciones, teníamos que pagar el transporte, más los 4 tanques. El equipo lo poníamos nosotros, a excepción de los plomos y un chaleco. Las cuatro inmersiones (2 cada uno) nos salieron por 140 euros al cambio, contando el transporte y la negociación de precios. Cerramos el trato y quedamos para el día siguiente a las 8:00 h.
En comparación con otros países lo encontramos caro, contando que disponíamos del equipo y el buceo era de costa. Nosotros no veníamos de viaje de buceo, estábamos para renovar visa y ver un poco el país.
Si tu intención es un viaje de buceo, lo recomendable es Jardines de la Reina y María la Gorda. Contrata un pack de inmersiones que te saldrá más barato y a bucear a saco.
Para quien quiera visitar la Habana y alrededores, no disponga de mucho tiempo/dinero y se quiera pegar unos buceos para no irse de “vacío”, esta es una opción.
Si lo tuyo es el snorkel y quieres practicarlo en La Habana aquí puedes contratar tu excursión.
Buceo en el Mosquito y el Salado.
Al día siguiente sonó el despertador del móvil a las 7:00h, desayunamos y a la hora acordada el carro estaba esperando abajo. Pusimos rumbo al Mosquito que era la inmersión más profunda y más alejada.
Después de una hora circulando, el carro tomó un desvío por medio de unos matorrales y llegamos al acceso de la inmersión. Mediante un paso de gigante en una zona rocosa y de difícil acceso, entramos al agua. Y para ahorrar algo de aire fuimos por superficie hasta alcanzar el arrecife.
Se trataba de un arrecife con una profundidad máxima de unos 15 metros. Con mala visibilidad y escasa fauna marina, lo que pudimos contemplar fue abundancia de corales blandos y duros, esponjas y praderas marinas, posando en un lecho de arena blanca.
El Dive Master fué muy correcto en todo momento, aunque muchos bichos no nos enseñó. Se suponía que había nudis y demás macro fauna pero no encontramos ninguno. La inmersión transcurrió con normalidad. No había muy buena visibilidad y lo que vimos fueron básicamente peces de arrecife, pequeños crustáceos y grandes langostas.

Al salir de la inmersión cambiamos el tanque y nos dirigimos hacia la segunda. Una media hora más tarde llegamos al Salado, en una playa más turística. Vamos, la típica playa de batalla donde se hacen los cursos y los bautizos. Eso sí un bonito lugar para estos menesteres y con mejor visibilidad que la anterior. Bueeeno, nos quitamos el mono XD.
Ya por la tarde y algo cansados, nos pusimos a pasar las fotos al ordenador, cenamos el piopio y para el sobre.
Sólo quieres mi dinero

Carmen nos explicó algunos trucos para movernos por la Habana. En los taxis compartidos no hablar más de lo necesario para evitar el acento de turista y que te cobren de más. Y no dejarte liar con la venta de puros o los cambios de moneda en sitios no oficiales.
Respecto a la seguridad del país, hay que recalcar que Cuba es muy seguro. No pararan de preguntarte de dónde vienes y a dónde vas. Te intentaran timar y liar con una sonrisa en la cara, pero nunca con violencia.
Esta fue la parte que menos nos gustó. Cuando vamos a un país nos gusta charlar con los locales, mezclarnos con ellos y conocer bien cómo piensan y viven. Pero en Cuba nos resultó realmente difícil tener un contacto auténtico con un cubano. Es decir, una conversación amistosa, con un interés auténtico por conocer al otro. Las interacciones que tuvimos eran por el puro interés de vendernos algo. Esto nos hizo desconfiar de todo el mundo el tiempo que estuvimos.
Timadores.
A los pocos minutos de empezar a patear las calles, ya vinieron algunos listillos con rocambolescas historias para arañar algunos CUCS aunque se les veía venir de lejos. El primero ya nos atropelló preguntándonos de dónde éramos, con quién nos alojábamos… Decía que era del Barça, que fuésemos a comprar puros y que si buscábamos alojamiento él nos lo podía proporcionar. Nos dio un apretón de manos como si nos conociésemos de toda la vida y se despidió.
Aquí pinchamos diciéndole en casa de quién nos alojábamos y ahora veréis porqué…
Al cruzar la esquina, apareció otro personaje que decía ser el hermano de Carmen y nos saludaba con gusto como si fuéramos de la familia. Nos quedamos un poco locos porque a este tipo no le habíamos dicho en casa de quién estábamos. No creíamos que Carmen le hubiese hablado de nosotros. Y lo más sospechoso es que no nos había visto nunca. ¿Cómo sabía quién carajo éramos?
Nos enseñó una foto de su niña en el móvil y le pidió a Annabel que le regalase su gorra. Le decía que le gustaba mucho y que ella ya se compraría otra, con todo el morro.
Atamos cabos y llegamos a la conclusión de que estaba compinchado con el anterior y de que esto se repetiría a lo largo de los días. Suponemos que ya se dio cuenta de que no iba a conseguir nada con nosotros y nos dejó seguir nuestro camino.
La tarde transcurrió de lo más normal. Para comer y cenar lo hicimos alejados de los restaurantes para turistas. Fieles al arroz moro (arroz con frijoles) y el piopio (pollo), de los locales de comida económica.

Ojo con los mosquitos

Nos teníamos que cambiar a casa de la vecina, ya que ese día y el siguiente nuestra habitación estaba reservada por dos chicos que estaban fuera y por la tarde ya volvían. Curiosamente estos chicos estaban buceando en María la Gorda, con el Instructor que nos había buscado el alojamiento y nos había “apañado” el buceo en la Habana.
Nuestra nueva anfitriona resultó ser una profesora retirada y tuvimos unas conversaciones de lo más interesantes acerca del país.
De repente, poco después de desayunar, llegó una patrulla de fumigación. Hay que fumigar por ley semanalmente. Esto es para evitar focos de Dengue, Zika y demás enfermedades. Te recomendamos llevar spray antimosquitos, pues allí te va a ser tremendamente difícil conseguirlo. Y te aseguramos que nada más caer la noche, los vas a sentir.
Así, que nos largamos para la Habana Vieja. Por 10 pesos cubanos nos montamos en un taxi colectivo rollo Al Capone y decidimos ir con nuestras cámaras para retratar la zona antigua colonial.
Transporte cubano
En Cuba el tema del transporte no está para echar cohetes. Para moverte en la ciudad, estas son las opciones que tienes. Aunque tienes la opción de alquilar un coche, el precio de éste y el de la gasolina son prohibitivos con lo que ni los contemplamos en nuestra estancia.
Autobuses
Existen los autobuses públicos, pero pasan cuando les da la gana y aunque son muy baratos (un peso cubano) siempre van reventados de gente. Sí, son económicos, pero entre lo que tarda en pasar y las paradas que hacen, pierdes mucho tiempo.
Taxis
Luego, están los típicos taxis amarillos y negros, que son los más caros. Van a precio europeo, eso sí con aire acondicionado y servicio sólo para ti.
Taxis colectivos
Por último, están los carros colectivos. Esto son coches que van haciendo la ruta como los buses pero versión coche. Suelen ser coches antiguos y tuneados para que quepa el mayor número de personas posible. De estos hay un montón, y cuestan unos 10 pesos cubanos por trayecto y por persona. Es decir unos 25 céntimos de euro, para tener una idea.
Para coger estos taxis, hay que acercarse a las paradas de autobús o a los tumultos de gente que hay parados en las calles y esquinas. Sacar la manita como si pidieras auto-stop y alguno parará. Cuando se acerca lo único que hay que decir es el destino final al que vas. No se valen direcciones concretas o muy aisladas. Dí una calle o punto principal cerca de tu alojamiento o del lugar al que quieras ir. El conductor te dirá si o no, según si hace esa ruta o no. Y te podrás montar o no. Le das los 10 pesos cubanos antes de bajarte y listo.
La recomendación es parar a aquel taxi compartido que veas que lleva a otra gente, pues lo que puede pasar es que si vé que eres turista y va de vacío te quiera cobrar como un taxi normal por llevarte a ti solo y sacarse un extra.
La Habana Vieja
¿Qué os vamos a contar de la Habana Vieja que no hayan contado los blogs de viaje u otros viajeros? La turistada máxima a la caza de unos CUCS. Por todos lados la gente compra, compra, taxi, taxi, come aquí, toma acá.
Nos lo tomamos con buen humor, aunque es cierto que en ocasiones el ambiente era cansino. Estábamos ya hartos de que nos preguntasen de donde éramos y del picaresco protocolo para sacarte la pasta.
El día lo disfrutamos mucho callejeando por las coloridas calles, capturando imágenes y alucinando con los carros clásicos de los años 50.
Retrocedimos en el tiempo, sabemos que es un tópico de Cuba pero es cierto.

A lo largo de la Habana Vieja encontrarás locales con música en directo, restaurantes dónde degustar langostas, mojitos o comprar puros. También hay músicos por la calle y señoras vestidas con trajes cómo de flamenca y un puro en la boca para que te saques fotos con ellas.
Sin duda, las zonas más populares de la Habana Vieja son la calle Obispo, con algunos de los locales más famosos. Ahí encontrarás el Floridita, un conocido bar. Y el Hotel Ambos Mundos dónde se alojó el escritor Ernest Hemingway en los años cincuenta. O bares como la Bodeguita del Medio, un pequeño establecimiento en el que se supone sirven el mejor mojito de Cuba y dónde todo el que lo visita deja su firma en la pared.
Si quieres disfrutar de un tour gratis (La voluntad) por la Habana aquí puedes reservarlo y si prefieres puedes hacerlo en un coche clásico.
El valle de Viñales
El siguiente lugar que queríamos visitar era el valle de Viñales. Se trata de un paraje precioso a unas tres horas de la capital. Ubicado en la provincia de Pinar del Río, es un Parque Nacional declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. Un paisaje selvático, con unas formaciones rocosas singulares y con un montón de excursiones organizadas para los turistas.

Carmen, la mujer que nos alojaba en la Habana se puso en contacto con otra de las muchas casas particulares que hay en el valle y con la que ‘se pasan’ clientes. Nos montamos en un taxi compartido con una pareja de franceses y por 40 CUCS pusimos rumbo hacia la naturaleza.
Como anécdota, el carro tuvo una avería nada más llegar al pueblo, algo típico pues son viejos. Como la cosa iba para largo y estábamos a dos calles, decidimos llegar a pie hasta el alojamiento en Viñales.
Welcome to Viñales
La casera nos recibió con la libreta de excursiones en la mano y como no, nos ofreció el surtido de actividades del cual se sacaba su comisión.
Nos ofrecía alquilar una bici para ver los alrededores, o bien hacerlo a caballo o bien a pie, con un guía. Nos habló del Mural de la Prehistoria. Sí, al principio pensábamos que se trataba de pinturas rupestres, pero no. Es un mural con pinturas de colores y dibujos de dinosaurios que representa algo así como la evolución, pintado en la ladera de una montaña.
También nos habló de algunas cuevas para visitar. Aunque en este momento, muchas estaban cerradas al público y no podríamos entrar dentro. La que se podía ver era la Cueva del Indio, que la recorre un río subterráneo con una entrada de unos 5 CUC.
Nos puso la cabeza como un bombo. Y mucho empeño en que contratásemos rápidamente alguna excursión con la excusa de que los horarios eran apretados, teníamos solo dos días y debíamos reservar ya.
También nos aseguró que la comida en su casa era más económica que en el pueblo. ¡Mentira! ya nos lo olíamos y cuando fuimos al pueblo y empezamos a comparar los precios de los restaurantes con los de nuestra anfitriona… Nos dimos cuenta que comeríamos, desayunaríamos y cenaríamos fuera.
Nuestras excursiones low cost

Estuvimos haciendo excursiones a nuestra bola y a coste 0, por todo el valle. Usamos la aplicación OsmAnd para móvil donde puedes utilizar el GPS sin necesidad de estar conectado a la WIFI (puesto que en Cuba, internet, es un lujo, difícil de encontrar, y menos en un valle.). Solo tienes que descargar previamente los mapas de la zona o país al que viajes, y fiesta.
Mientras recorriamos los bellísimos caminos de viñales nos cruzábamos con algunos turistas que hacían el mismo recorrido a caballo. Es una opción que puedes hacer si te gusta la equitación. Nosotros nos pegamos unos buenos pateos por las diversas montañas y cuevas del lugar por nuestra cuenta.

Por el camino, nos encontramos campesinos con los que conversamos. Uno nos regaló unos cuántos puros y mangos que hizo caer de los árboles al momento. Otros, nos metieron en su casa y nos explicaron la elaboración del café y los puros.
Tomamos un café recién molido buenísimo y lo acompañamos con un auténtico puro del lugar. Los campesinos nos explicaron un poco sobre la producción de los habanos y el café. Gente muy amable y humilde que aunque intentan sacarse algunos CUCS con los turistas extraviados, te piden la voluntad y no lo hacen de una forma tan invasiva. Una excursión que también te ofrecen en el pueblo los intermediarios como nuestra casera y su contacto, quedándose ellos la mayor parte del dinero. Cosa de la que se quejaban los propios campesinos.
El valle nos encantó y decidimos quedarnos dos noches.
Si quieres realizar un tour por la Habana vieja, Varadero y el Valle de Viñales puedes reservarlo desde aquí.
Comida, dolor de estómago y de vuelta para México.
Regresamos de vuelta al Vedado, la Habana, por la tarde-noche y al día siguiente volvimos a la Habana Vieja para recorrer otras zonas y seguir con las fotos.
Por la noche fuimos en busca de las cajitas de comida. Se trata de locales dónde van a comer los cubanos en los que venden cajas de comida para llevar o comer en el sitio. Básicamente es una ración de pescado o carne con arroz moro, bien rica, con la que comes por unos 3 euros. Suelen cerrar a las 7 de la tarde, y ya eran casi las 10 de la noche.
Así que pasamos por un local que tenía pinta de ser económico y nos paramos a cenar una pizza. Nos atendió una señora con una expresión en la cara de pocas ganas de trabajar. Nos trajo una pizza de las congeladas y con un sabor un tanto raro en la masa. Teníamos hambre y no le hicimos ascos, pero aunque nuestros estómagos están acostumbrados a todo tipo de comidas callejeras, esa pizza nos pasó factura.
Al día siguiente estábamos los dos con unas diarreas que nos obligaron a pasar nuestro último día de Cuba en la habitación. ¡Horrible!
El vuelo fue temprano, a las 4:00 de la mañana y nos vino a buscar Pedrito para llevarnos al aeropuerto. El recorrido fue de noche, tal como vinimos, con el aire acondicionado y charlando con nuestro amigo el ingeniero que se sacaba unos extras como taxista ilegal.
Volamos a México DF y de allí rumbo de vuelta a la Paz, nuestra querida ciudad adoptiva.
Recapitulando…

Cuba es un país que tiene su encanto. Y aunque no podemos opinar mucho más porque no nos recorrimos la isla entera y solo estuvimos 10 días, nos quedamos con los paseos por la Habana Vieja y los de Viñales.
Respecto al buceo, Jardines de la Reina, María la Gorda y Santiago de Cuba es lo mejor de la isla pero necesitas pasta. También está Playa Girón y la bahía Cochinos, en los que podrías ir por tu cuenta, pero quedan lejos de la Habana y el transporte es caro.
Si lo que quieres es ir exclusivamente a bucear son los mejores destinos. Nosotros estuvimos en Cuba por puro trámite para renovar visa y aunque buceamos, lo nuestro no fue un viaje de buceo. Las inmersiones que hicimos en la Habana, en nuestra opinión no merecieron la pena teniendo en cuenta el precio.
Cuba es un destino que te lo tienes que preparar bien si quieres hacer muchas cosas y que te salga relativamente económico. Los transportes y las carreteras no son buenos y las distancias son grandes. Apenas tienes internet. Y aunque no es un país caro, tampoco es barato.
En todos los países donde parte de su economía se basa en el turismo, es normal que te intenten vender constantemente. Pero en las zonas turísticas de Cuba como la Habana es una locura. Nos sentimos todo el tiempo como si fuéramos un dólar con patas. Y la sensación de que la gente se te arrime constantemente sólo por interés, no le gusta a nadie.
Desde luego, que esta fue nuestra experiencia. Seguramente, otros que han ido te dirán que les encantó. La moraleja, es que no todos los viajes salen bien, ni a todos nos gustan las mismas cosas. Para nosotros Cuba es un país difícil si no te lo preparas de antemano, y no te puedes arriesgar si quieres conseguir un viaje relativamente económico.
Recuerda que puedes viajar y bucear en algunos de los viajes de buceo que organizamos, aquí tienes toda la información.
Salud y buen azul mi amol!
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Hola,
Gracias por la crónica chicos, seguro será de ayuda a otros en algún viaje a Cuba.
Como bien dice Daniel, la experiencia social en Cuba, con su estilo actual de vida en las grandes ciudades puede ser compleja, pero cada cual sacará sus conclusiones.
La misma presión la para comprar, comer consumir, la encontrarás en Malasia, Thailandia, Turquia, Chile, o Bali. Sitios en los que también he buceado.
Cierto que en Cuba es difícil trasladarse, pero si lo logras, y eso se puede hacer a precios razonables si sabes como hacerlo, puedes llegar a lugares realmente espectaculares para el buceo.
El buceo es de pago en todo el mundo, así que pagar por bucear no debiera parecer extraño. Al menos nosotros no sabemos como hacerlo sin pagar 🙂
Resumiendo, y esperando no parecer ser pedante, les dejo algunas correcciones:
Los fondos de Cuba se conservan muy bien gracias a que no hay pesca de arrastre, eso facilita que tenga por ejemplo la segunda concentración de coral Cuerno de Alce del mundo, que además está en peligro de extinción.
Los Jardines de la Reina están al Sur de Cuba, aproximadamente a unos 400 kms al sureste de La Habana.
María la Gorda está en el extremo Oeste de Cuba, a unos 280 kms al oeste de La Habana.
El buceo en Santiago a pesar de los pecios, es complicado y técnico(incluso en la bahía), en mar abierto se encuentra la mayor fosa de Cuba con mas de 3000 mts de profundidad.
Cerca de La Habana, puedes encontrar a 25 kms, una bahía (Bacuranao) con un pecio del 1900, que además se usó en la guerra de independencia. Varadero, el norte de la Ciudad de Matanzas, con unos arrecifes realmente bonitos, todo el norte de Cuba tiene sitios apreciables, incluso en La Habana saliendo de costa, te puedes encontrar con sitios muy interesantes. El Salado es un clásico, cierto, tengo un buen recuerdo de esas inmersiones.
Buddies, si van a recorrer Cuba buceando no dejen de ir a Playa Girón en la Bahia de Cochinos(coincido con Daniel, y A&E), con paredes que caen 400 mts a 200 ms de la orilla, y por donde pasan tiburones ballena, eso si, hay que tener suerte. Con una colección endémica de esponjas, con la cueva de agua salada mas profunda de Cuba(70 mts), con cenotes… y con, eso sí, muchos mosquitos 🙂
Los cayos del norte son espléndidos, como Las Bahamas, pero hablan español :-).
Nuevitas, donde buceé con tiburones toro, fue un poco payasada puesto que los toros acudían ya a un fishfeeding, pero bueno, fue impresionante.
La precariedad de algunas instalaciones hacen el buceo a veces difícil, pero siempre interesante.
El mar de Cuba es una joya, esperemos que con los nuevos tiempos, y la presión de los yates norteamericanos, no se deteriore y se pueda seguir disfrutando de él.
Gracias Annabel y Efra, por la crónica. Que alguna mala experiencia no les desmerezca el intento de ir a bucear a Cuba en un futuro…
Dense prisa, antes de que los anclas deterioren el fondo 🙂
Por cierto, soy cubano, y para aquellos que también lo son, no podrán aún, salir a bucear desde barco, de momento el sistema nos lo prohíbe… cosas de Cuba 🙂
Saludos,
Juan
Ah! Y si van a Cuba, no coman carne de Caguama(tortugas, evidentemente en peligro de extinción). Los pescadores y revendedores se están acostumbrando a la negativa de gente como nosotros, sean buzos o no, a consumir animales en peligro de extinción, y de más está decir que eso es bueno y positivo, para todos.
Da mas dinero que vayan buzos a Cuba a ver las tortugas, que vayan a comérselas, por razones obvias.
Hola Juan, gracias por tu comentario. Dices que se puede llegar a lugares espectaculares de buceo si se sabe cómo.¿Nos puedes explicar cómo?
Saludos
Otra cosa que en mi opinión hubiera valido mucho la pena es que hubieran conocido cubanos que no hubieran estado en “la lucha”, que es como llamamos a la ansiedad de personas que están obligadas cada día a salir a buscársela como puedan;
esa sensación de agobio generada por ellos es desagradable, pero les aseguro que no lo hacen por malo, es la necesidad y no otra cosa. Repito han sido ustedes amables es sus análisis y expresiones.
Por cierto, hacen ya 9 años que vivo en Denia, Alicante
Hola Daniel!
Gracias por tu comentario. Estamos seguros de que hay gente bellísima en Cuba y podemos entender como ha degenerado el acoso hacia los turistas ante la situación económica del país. En una zona como la Habana Vieja hay una mayor concentración de turistas y por lo tanto es normal que mucha gente se intente ganar la vida con ellos.
Cierto es que nos encontramos gente muy amable, como los campesinos de Viñales que citamos en el artículo.
En ningún momento pretendemos meter a todos los cubanos en el mismo saco, a nosotros nos tocó vivir esa experiencia y la contamos tal cual.
Un saludo!
Me ha gustado su artículo sobre todo porque se ajusta a la realidad, sin descalificaciones o criticas exageradas, los señalamientos se atienen a la realidad. Lo mas lamentable es que no bucearan en Bahía de Cochinos, hubiera sido excepcional e inolvidable. El río Mosquito y Playa el Salado no son lo mas representativo del buceo en La Habana, yo les hubiera recomendado Calderas.
Hola Daniel!
Gracias por aconsejarnos acerca de los puntos de buceo, estamos seguro de que les servirá a otros buceadores que viajen a Cuba. Cuando tengamos la ocasión de volver con más tiempo lo tendremos en cuenta.
Un saludo!
Que bien contado.
Que recuerdos. Desde el siglo pasado que no voy a Cuba. Pero veo que no ha cambiado nada, solo los precios.
Aparte de la habana estuve buceando en cienfuegos. Un poco mejor que por el atlántico, pero todo muy sobre pescado.
Hola Jose Miguel!
Seguro que hay muy buenos puntos de buceo en Cuba, pero las inmersiones que hicimos en la Habana nos defraudaron un poco.
Un saludo y gracias por dejar tu comentario.